Y DESPUÉS DE HABER AYUNADO CUARENTA DíAS Y CUARENTA NOCHES, TUVO HAMBRE.-

Significa que todo cuerpo físico, debe estar en divina limpieza de alimento; esto significa que toda divina alimentación, es divino mandato; pues ella representa una divina pureza, dentro de la propia pudrición del cuerpo físico; es adelantarse, al advenimiento de la misma pudrición; pudrición, que no es árbol de tu divino Padre Jehova; pues, el único culpable de que mis hijos se pudran, es la propia costumbre de comer la carne de sus propios hermanos de reencarnación; es decir los hijos de intelectualidad aún inferior, malamente llamados animales; así es hijo divino; en la bárbara época, en que fuístes Jesús de Nazareth, ya se comía carne; no había aún divino aviso, por medio de mis divinos profetas; por causa de sus propios entendimientos y evolución; por lo tanto no son culpables; por falta de ilustración; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es así, hijo divino, que los hijos del mundo antiguo, de antes de tu divina llegada al mundo, como el Cristo prometido, serán divinamente juzjados por el Antiguo Testamento; y la actual generación, que se inició después de tu divina llegada, será divinamente juzjada por el divino Nuevo Testamento; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que no sólo de pan vive el hombre; significa que la única alimentación que es preexsistente a todo, es el alimento intelectual; pues ello dá infinito poder en el Reino de los Cielos; ello provoca infinito hambre por aprender más; ello impulsa a multitudes de espíritus, a nacer de nuevo a la vida de los planetas; los impulsa a reencarnar una vez más, para saber más; pues todos sueñan, como sueña un niño, para llegar a ser, lo que son las divinas lumbreras solares; grandes dioses de divina sabiduría; quieren imitarlos en todo; quieren ser también creadores de mundos en el infinito universo expansivo pensante; quieren avanzar hacia el infinito; como la criatura humana desea conocer los lejanos mundos; lucha infatigablemente por lograrlo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto es una sublime ley, de divina atracción y fascinación, del espíritu hacia la materia; pues ambas han nacido juntas; se complementan una con la otra; y se buscan; pues allí reside la divina eternidad, de llegar a ser un dios de infinita sabiduría; la inteligencia humana, es divino producto de toda clase de esfuerzos; más, la inteligencia humana, jamás dará eternidad; jamás resucitará la carne; pues, a ella no le compete; sólo debe prepararse para ello; pues, a toda inteligencia, se le proporcionó por siglos, mi divina palabra; que es como una tabla de salvación, en medio del calvario, que han provocado, un reducido número de ambiciosos; de malditos explotadores, de los hijos del Señor; sí hijo divino; así es y así será hasta la total caída de estos demonios; que han subyugado al planeta Tierra, por siglos y siglos; pues no se sacian jamás, de su maldita ambición; han pasado los siglos, y estos verdugos, se han sorprendido ellos mismos; pues, en sus avarientas mentes, te verán llegar, como ladrón de noche; pues siempre han vivido, en perpetua y maldita desconfianza; pues cuidan por sobre todas las cosas, sus malditas riquezas; cuya filosofía, es desconocida en mis divinas moradas; pues ningún ángel de la guarda, los guía a mi divina morada; es por eso, que escrito está: Es más fácil que entre un divino camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los Cielos; pues los divinos querubínes que custodian las divinas Tres Puertas, de mi divina morada, no dejan pasar a criaturas con malditos pensares; con influencia demoníaca; pues jamás, ha sido perturbada, la infinita alegría, conque viven allí, mis divinos ángeles; con divina filosofía de niños; las infinitas moradas, ó infinitos mundos del infinito espacio, reciben a todo espíritu, que ha dejado su cuerpo temporal; es así, que cada uno se construye su propia futura morada; se construye su propio cielo; según el divino comportamiento, que tuvo en su respectivo planeta de pruebas; pues escrito está, que todo espíritu, es divinamente probado, al unirse a su propio cuerpo de carne; pues todo destino es un divino mandato, de perfeccionamiento de todos mis hijos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito, así es: La maldita secta vaticana empleó mi divina palabra para enriquecerse; ellos tenían la divina obligación, de guiar al mundo, por el divino comunismo espíritual; de la que es consecutivo el comunismo material; pues es la misma filosofía del trabajo y de perpetua igualdad; sí hijo divino, así es; la divina parábola lo dice: Te ganarás el pan, con el sudor de tu frente; pues ésa era la divina partida, de filosofía terrestre, conque la roca del egoísmo humano, debería haber guiado al mundo; pero se dejaron tentar por las malditas riquezas; las mismas que tentaron, a los malditos dioses faraones; pero que fueron vencidos por el divino corderito; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina advertencia, es para todos aquéllos, que sólo piensan en disfrutar de la vida; al grado tal, que olvidan que en un instante más, deberán rendir, divina cuenta de sus actos; sí hijo divino, así es: Esto les provocará, un terrible dilema espíritual; espantosa confusión, ante la divina y sorpresiva realidad; deberán empezar de nuevo, para ser salvos; pues, para lograr el divino y supremo premio de la divina resurrección, deberán estar limpios de toda culpa; esto significa haber cumplido con mi divina ley; empezando por el divino alimento; no comerás carne dice mi divina palabra; lo viene diciendo por siglos y siglos; pues eso es lo mismo, que decir: No te comas a tu hermano; pues todos son mis hijos; nadie es menos ante mí; para el Señor, no exsisten animales; exsisten hijos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso Hijo Primogénito que maldecirán a sus propios padres; los creerán culpables de sus desdichas; los acusarán por el indebido camino que los guiaron; partiendo por el propio modo de vida; deberán limpiar sus cuerpos, bebiendo la divina leche; y probando la divina miel; pues escrito está, que del rebaño descarriado, surgirá un Nuevo Mundo; del cual manará leche y miel; sí hijo divino, así es: todos deben ser vegetarianos; pues todo aquél que se alimenta, con la propia carne, de sus propios hermanos, no entra al Reino de los Cielos; pues, por su culpa, corrió sangre inocente; por lo tanto, avisados estáis, hijos de la Tierra; nada de alimentos, en el que corra sangre; pues así también seréis juzjados por vuestro Padre Jehova; pues escrito está, que el que viola mi divina advertencia, recibe la misma ley: Ojo por ojo, diente por diente; pues, en lejanos mundos, también es descuartizado; como les ha ocurrido, a millones de mis inocentes hijos; que han empezado, a ganar divina experiencia de la vida, en los lejanos planetas; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; todos empiezan, por donde ellos empiezan; es decir, que la criatura humana, también vivió la vida mineral, vegetal y animal; lo último será divinamente ensalzado; pues escrito está, que los últimos, serán los primeros; pues mis divinos hijos, que la soberbia humana llama animales, son los primeros ante mí; ellos son los únicos inocentes, de la naturaleza terrestre; pues soportan un calvario de injusticias, de los hombres; que se creen con derecho a todo; más, juzjados serán, según escrito está; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa, que quien haya maltratado injustamente a uno de mis inocentes, maldecirá mil veces haberlo hecho; pues es un pecado, que no se justifica, dentro de la imperfecta evolución humana; sí hijo divino, así es: todos los divinos animales, son divinos ángeles; pues predomina en ellos, la divina filosofía de los niños; son inocencias solares; propias de los paraísos; pues, escrito está, que el divino león comerá pasto; y jugará, con el divino corderito; sí hijo divino; así es y así será en el nuevo mundo; donde la maldita filosofía de los ricos, será recordada, como una pesadilla, en la noche de los tiempos; sé hijito, que quieres comprender mejor lo último que te he dicho; te complaceré: La noche de los tiempos, simboliza el yugo, a que fué sometida por siglos, la Tierra; representa el predominio de la maldita ley de la fuerza; la que se inició con los malditos dioses faraones; la continuó, el materialismo terrestre; recuerda, la maldita explotación, a que fueron sometidos, millones de mis hijos; por un maldito grupo, de espíritus rebeldes; que aún conservan el vendaje; sí hijo divino; eso representa tres árboles, que no ha plantado, tu divino Padre Jehova; me refiero hijito a las malditas filosofías, de la fuerza, explotación y ambición; he aquí, el yugo de satanás; he aquí, la causa de los dolores, que ha padecido y aún padece la Tierra; he aquí, los autores del infierno; he aquí, los falsos profetas del Señor; he aquí, los autores del llorar y crujir de dientes, que le espera a la humanidad terrestre; he aquí la divina causa, por la que se escribió: Muchos serán los llamados, y pocos los escogidos, significa que estos demonios de la maldita ambición, frustraron el divino destino de felicidad, a millones y millones de mis hijos; sí hijo divino; así es; tal como tú lo piensas: la divina Eva, es inocente al lado de estos demonios; pues por estos demonios, por estos malditos, sufre un mundo; hambre; calamidades; abusos de todas clases; perpetua división de mis hijos; malditas doctrinas, surgen por causa de estos demonios; que tienen sus días contados; sí hijo divino; así es y así será hasta que no quede ningún verdugo, en mi divino rebaño; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que todo aquél que desea ser salvo, deberá ilustrarse; deberá buscarme; deberá cultivar su propio mérito; deberá leer mis Sagradas Escrituras; deberá leer al divino Consolador; que son las infinitas Ciencias Celestes; pues la divina Ciencia Celeste, es divino complemento de la primera, y divino complemento, de la divina verdad; sí hijo divino, así es: el divino Cristo y el divino Consolador, son una misma cosa; tú lo anunciástes, en infinito grado de divina humildad: Os enviaré un divino Consolador; esto significa que la Santísima Trinidad es expansiva, en su propio y divino pensar; que es una a la vez, y expansiva en sus creaciones; pues la divina ley solar dice: todo es vida; todo piensa; todo vibra; pues de la materia, salió todo espíritu; y del espíritu, salieron los mundos materiales; todo es divinamente inverso a toda verdad humana; pues la ciencia terrestre, no concibe, que la divina materia piense, como piensa el mismo hombre; más, el poder humano, es microscópico; pues no vé, lo que ocurre en lejanos mundos y galáxias; y como no vé, no cree; viola su misma ley; ley divina que por siglos le viene diciendo: El que cree sin haber visto lo que cree, glorificado será en el Reino de los Cielos; sí hijo divino, así es: El que vé con los ojos de la carne, no necesita prueba de ello; pues, la está viendo; no tiene ningún mérito; pues no ha vencido ninguna dificultad; todo le fué dado; todo le salió fácil; no logra con ello, ningún divino puntaje; en cambio, el que no vé, lo que cree, vence un divino obstáculo; tiene mérito eterno; pues es su propio espíritu, quien ya posee la divina virtud de creer, sin ver; sí hijo divino; así es; nadie es feliz, mientras no logre esta divina virtud de creer sin ver; pues, en mi divina morada, todo mis ángeles, gozan de la divina filosofía de niños; es decir ven, lo que humanamente no verían; pues el divino olvido del pasado solar, está casi totalmente, en cada espíritu reencarnado; pero al renacer de nuevo a la vida de los planetas, se lleva cierto grado de lo que vió y vivió en las moradas solares; este divino grado es más latente cuando se es un niño; pues la filosofía de la carne, aún no ejerce su total influencia, en el espíritu del niño; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso que todo niño, vive un tiempo angelical; todos han sido niños; por lo tanto a nadie le costará comprender esto; la misma filosofía que tuvísteis, cuando fuísteis niños, se impondrá en el mundo; pues la divina resurrección de la carne en cada uno, también transformará, al divino pensar; esto demuestra que materia y espíritu, nacen y progresan juntos; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; sé hijito, como lo sabes tú, que los estudiosos de mi divina palabra, abismados quedarán, cuando te lean; pues por siglos, se ha buscado el infinito significado, que mi divino libre albedrío, ha escrito en toda divina palabra; sólo doy a mis hijos, parte divina de la luz; pues también quiero que cultive sus propios méritos; que cada búsqueda, sea de él; pues el premio le sería propio; darle toda luz, sería no hacerlo avanzar; sería un perpetuo estacionar en los infinitos planetas; sí hijo divino; así ha sido siempre; y así será por siempre jamás; significa que el hambre de la intelectualidad, es eterno; y el hambre del pan, es pasajero; pero también, ambos se complementan; pues el uno sin el otro, no puede avanzar ninguno; más, todo alimento proviene de mí; pues soy el infinito Creador, del infinito universo expansivo pensante; y toda divina intelectualidad, vuelve a su Creador; vuelve a ser un divino Padre creador; vuelve a ser una divina lumbrera solar; pues para ello se preparó, por siglos y siglos; por infinitos mundos; por infinitas pruebas; hasta lograr infinita experiencia de la vida material; sin lo cual, nada sería en la eternidad; pues no tuvo acción alguna; no logró brillar en su propio cielo; no logró llegar a un divino sol, brillante de sabiduría; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito; ya sé lo que piensas; te refieres a los divinos números; que ciertamente están en muchas divinas parábolas, de mis Sagradas Escrituras; y te diré lo siguiente Hijo Primogénito; todo divino número que salen en mis Sagradas Escrituras, tienen que ver, con mi divina creación; todo es divino complemento de todo; los divinos números, representan el divino valor espíritual de cada criatura, en los infinitos mundos; pues toda evolución planetaria los tiene; su construcción, nace con el mismo nacimiento, del respectivo mundo; en los mundos perfectos, casi no es necesario el número; tal como lo concibe el hombre de carne, en su microscópico mundo; todo mundo imperfecto, los usa; pues en ellos reside la construcción de su propio planeta; sí hijito; así es; los divinos padres solares, los emplean en la construcción de sus respectivos mundos; bién sabes, que los malditos dioses faraones, usaron el divino número solar; y todo número solar, se adelanta en conocimiento, con respecto al tiempo y evolución en los números planetarios; es por esto, que estos malditos, profetizaron ciertos hechos; pues tenían el poder de leer en los divinos querubínes, de los números solares; tenían un divino conocimiento de la Santísima Trinidad; fueron unos de los primeros en saberlo, en la Tierra: Te digo unos de los primeros, hijo divino, porque antes que ellos, hubieron otros en la Tierra; fueron los colosales gigantes; ellos fueron terrestres; ningún vestigio quedó de ellos; son los mismos, que tú ves, con tu divina mente; como puedes apreciar, atraviesan las nubes; más, también fueron rebeldes; abusaron del poder divino; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; a estas criaturas, que no ha conocido el mundo terrestre, las llamaremos, los Travers; que significa: Los que vivieron bajo ó a través de la Tierra; pues, del polvo de la Tierra nacieron; y fueron en el divino principio, más pequeñitos, que los actuales hombres; pues escrito está, que hay que ser pequeñito y humilde, para ser grande en el Reino de los Cielos; este divino tiempo, del pasado de la Tierra, es tiempo anti-diluviano; es decir, antes del diluvio universal; es de antes, que surgiera el agua en el planeta Tierra; y las condiciones, de aquéllos tiempos, eran infinitamente diferentes, a las de ahora; sí hijo divino; así es y así fué por los siglos de los siglos; estas criaturas, son de mucho antes, que aparecieran los inmensos animales prehistóricos; ellos respiraban gases solares; es decir ellos vieron, la divina creación en sus principios; veían a diario, inauditas escenas solares; ellos contemplaron, lo que ningún hombre ha contemplado jamás; con divina excepción de tí, Hijo Primogénito; pues eres el primero, en ver estas criaturas, con tu divina mente; sé hijito, que te deleitas a diario, viéndolos; nada debes de temer; pues, como lo ves, también a diario, tu divino corderito no te abandona jamás; pues escrito está, que nadie vence al divino corderito, de la divina inocencia solar de cada uno; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; de todas las divinas escenas, que estas criaturitas veían a diario, lo que más les fascinaba, era la divina presencia de infinitas naves plateadas; que el mundo terrestre, conoce por Platillos Voladores; ellos presenciaron, la divina creación terrestre; vieron, como mis divinas naves solares, cultivaban la divina cimiente terrestre; vieron el divino gérmen humano, cayendo de las deslumbrantes naves, al polvo de la Tierra; vieron la divina unión entre materia y espíritu; más, esto no era, el principio de todo; pero es necesario mencionarlo; para que el mundo lo conozca; el principio de todo, está en el interior de los lejanos soles; y cada divino sol, es hijo de otro sol; y ese otro sol, hijo del otro; y así, hasta donde tu divina mente pueda imaginar; sí Hijo Primogénito; así es: En todas las infinitas lumbreras solares, está tu divino Padre Jehova; pues escrito está, que el Señor está en todas partes; dirigiéndolo todo; ordenando aquí y allá; pues todo Padre Creador, debe atender a sus hijos; que empiezan, el divino camino de la eterna perfección; ellos viajarán, por infinitos mundos; por infinitas moradas; y todo es divinamente observado, desde todos los soles; allí estoy hijito, rodeado de infinitas lumbreras solares; que son mis divinos ministros; con infinito poder creador; cuya potencia de crear, está divinamente subordinada, a la divina pureza de cada sol; pues, a mayor pureza solar, más poder se tiene para crear; siendo tu divino Padre Jehova, el más puro de todos; pues todo lo he creado; todos, dependen de mí; todo sale de mí; nada se crea sin mí; todos vienen a mí; todos se consuelan en mí; todos me verán a mí; pues soy la vida, que dá vida eterna; en todos estoy; nadie está sólo; pues en todos hay vida; hasta en los que reniegan; vida eterna hay en ellos; muy a sus pesares, renacerán de nuevo; y con ellos, nuevas determinaciones, para seguir viviendo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso, que Soy el que Soy; Soy el divino Yo en todos; Soy el libre albedrío de todos; Soy el todo sobre el todo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; el divino número cuatro, simboliza la Nueva Futura Era; pues sigue después del divino tres; que simboliza la Santísima Trinidad; en divino grado terrestre; pues la divina sabiduría, se expresa en infinitos grados; pues los mundos del conocimiento, son también infinitos; el divino tres simboliza la divina creación de la Tierra; de ella se desprende la divina virtud, que cada criatura posee en espíritu; de este divino número tres, salió el género humano; pues el divino tres, es divino producto de los coloquios amorosos, de los soles Alfa y Omega; sí hijo divino; así es: Ello significa que las primeras semillas galácticas, llevaban en su divino gérmen principiante, la eternidad evolutiva; que aún está en divina y constante evolución expansiva; aún está transformándose; pues ha pasado por infinitos mundos; y los pasará por siempre jamás; ha renacido infinitas veces; ha reencarnado, cumpliendo infinitos destinos, asimilables a uno; pues, en cada divina exsistencia, se tiene un distinto pensar expansivo; se avanza en infinitas determinaciones; se nace y se muere; para volver a nacer y continuar el divino ciclo; el divino olvido de las sucesivas exsistencias, engrandece a todo espíritu; pues probado es, en cada creación voluntaria, a la que asiste en divino espíritu; pues todo cuerpo lo necesita; pues la materia se complementa con el espíritu; sin ellos, no exsistiría el universo material; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que nadie es de creación excepcional; todos los espíritus, aún los que son de mucho antes, que el espíritu terrestre, tuvieron y tienen un mismo principio; el divino principio solar; el de las eternas lumbreras solares; pues todos mis hijos, llegarán a ser lo mismo; serán sabidurías, brillantes como un sol; pues el pasado de cada uno, constituye su divino presente; pues ambos son necesarios, para avanzar hacia el futuro; sí hijo divino; así es; el espíritu mismo, irradia tiempo y espacio; tres divinos complementos, para la divina perfección de todo espíritu; espíritu, espacio y tiempo; tres divinos complementos, para que madure todo fruto solar; pues el fruto divino de las divinas lumbreras, son los espíritus; resultado de sus divinos coloquios amorosos solares; que para el planeta Tierra, le corresponde los amores divinos de los soles Alfa y Omega; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que todos mis hijos, deberían ser amorosos; pues sus padres solares lo son; pues mis divinas lumbreras solares, son hijos de la luz; y si mis hijos de la Tierra no son amorosos, la causa de ello, radica en ellos mismos; pues la maldita ambición, es de orígen humano; el libre albedrío de la criatura humana, no ha querido rechazarlo; se alimenta de él, transmitiéndolo, a sus propios hijos; pues mi divina y Sagrada Escritura, viene diciéndole por siglos y siglos, que la maldad en todos sus grados, no es buena; no es agradable al Padre; que todos tendrán un divino Juicio Final; que han habido y habrán muchos juicios finales; como el divino diluvio universal; la divina justicia de Sodoma y Gomorra; ciudades malditas; pues sobrepasaron la divina escala de todos los grados, del maldito escándalo; el divino juicio a la Atlántida; ciudad corrompida, por la maldita riqueza, de unos pocos; sí hijo divino; así es y así será; por los siglos de los siglos; sí hijito; así es: Juicios divinos han habido muchos; sólo que ahora es el Juicio Final; sólo que ahora, se abren los cielos, para juzjar toda carne pensante; pues nadie quedará sin su premio ó castigo; esto significa: tuvo hambre; significa que según las divinas filosofías; ó el divino fruto intelectual que probó cada uno, es el grado de hambre conque quedó; pues hay muchas clases de hambre; pues según sea el alimento, así es la criatura; significa que sólo se busca, cuando se es apetecido; cuando el espíritu siente complacencia por lo que busca; pues gustando una fruta, siempre se busca el mismo fruto; más, cuando el fruto, no es del árbol plantado por el divino Padre Jehova; el espíritu se impacienta; no encuentra paz; no es feliz; así, sucede al mundo; pues está seducido, por la ciencia del bién; la maldita ciencia, producto de la maldita explotación de mis hijos; de todos aquéllos que cumplen con mi divino mandato: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito; así es; los ambiciosos de tu planeta, que no son más que un grupo de familias enriquecidas a costillas del resto del mundo, deberán rendir divina cuenta, de todo dolor material y espíritual, causado a mis hijos del divino trabajo; pues estos demonios de la ambición y de las riquezas pasajeras, grande daño han causado, en la divina espíritualidad, de mi divino rebaño; si el mundo no se une aún, es por la maldita codicia; que estos engendros del demonio, la han extendido por la faz del mundo; olvidando mis divinos Mandamientos, que ordenan vivir del trabajo, y no de la maldita explotación; pues quien atropelle el divino libre albedrío, maldecirá mil veces haber nacido; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto, hijo divino, llenará de espanto a los culpables; causará pavor y muerte; pues muchos se suicidarán; pues así está escrito, en el divino Juicio Final; sé hijito, que por tu divina mente, pasan otros divinos juicios, de lejanos mundos; sé que ves las divinas naves plateadas, destruyendo el materialismo de esos planetas; sí hijito; así es: Son tantos los juicios planetarios que has presenciado, que te dá igual; sí hijito; hasta los demonios faraónicos, te narraron estos juicios; pues todos son juzjados, tarde ó temprano; pues todos los malditos dioses faraones, que osaron probarte, todos fueron divinamente juzjados en los lejanos soles; son los mismos, que tú, hijo divino, ves a diario con tu divina mente; pues lo que ves, no lo ha visto nadie; ni lo verán, hasta llegar a ser, divinos primogénitos, en futuros mundos terrestres; pues mi divina creación, jamás dejará de expandirse; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que todos tienen la divina herencia de la infinita perfección; todos son comunistas por divino orígen; pues no exsiste palabra mejor, para designar los derechos de cada hijo; y para demostrar la divina justicia, del divino Padre Jehova; sí hijo divino; así es; los niños con su inocente pensar, sin odios ni ambiciones como sus mayores, simbolizan perfectamente, la divina filosofía angelical comunista, de las lejanas galáxias; donde todo es amor y alegría; donde jamás entrará un rico; pues esa filosofía, es desobediencia, que proviene de un microscópico planeta de monitos de carne, llamada Tierra; sí hijo divino; así es y así será hasta la divina consumación de mi divino Juicio Final; en mi divina morada, entran infinitas criaturas provenientes de infinitos mundos de mi creación; todos ellos llevan en sí mismo, el divino fruto filosófico aprendido en su planeta; por lo tanto en mi reino todos tienen los mismos derechos; cualquiera que sea su divino pensar; menos el pensar egoísta; porque eso es de demonios; no es de ángeles; es propio de seres que ningún mérito eterno tienen; pues alimentaron una filosofía pasajera; una doctrina prohibida por la divina eternidad; me refiero hijo divino, a la riqueza lograda por la maldita explotación; pues, también se llega a rico, mediante el honorable y divino trabajo; pero siempre constituye un pasivo grado de usura; por lo tanto, ser rico, es un inconveniente muy grande, para llegar a mi divina morada; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que todos los que han vivido de un honrado trabajo, dentro de un odioso sistema de explotación, salvos son; de ellos es el Reino de los Cielos; y dentro de todo mi rebaño de trabajadores, sólo aquéllos que han tenido los trabajos más humildes, que muchas veces, los hombres se burlan de ello, los tales, son los primeros ante mí; serán los primeros en ser divinamente rejuvenecidos en carne; y resucitados en filosofía; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; pues, carne nueva, corresponde filosofía pensante nueva; como sucede en cada divina exsistencia del espíritu; pues nacer de nuevo, es vivir en un pensar nuevo; sí hijo divino; así es: todo se renueva en la naturaleza; todo se transforma, en dimensión expansiva; pasando por la invisibilidad, a la materialidad; pues en el mismo cuerpo humano, están los gérmenes de la pudrición, que ningún instrumento terrestre logrará ver; y que sólo esperan, que se verifique la disolución de las moléculas del cuerpo, para ellos hacerse presente; pues escrito está, que todo el universo expansivo pensante, es infinito pacto filosófico; pues todo encierra, una infinita inteligencia; son los divinos querubínes, de todas las categorías filosóficas; ellos están en todo; lo ven todo; y reciben divinas órdenes de sus padres solares; que desde lejanos soles, los guían y los instruyen; igual, como mis hijos Terrestres, recibieron la divina instrucción, en mis Sagradas Escrituras, hace ya muchos siglos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; estos divinos hijos, que ningún poder humano los puede ver, están cumpliendo leyes muy divinas; pues por ellos, fueron posible los infinitos mundos, del universo expansivo pensante; pues ellos, separan a todo espíritu, de la materia incandescente; cuando los planetas están aún, en divino estado infante; ellos participan en todo principio creador; pues antes de ser espíritu, hay que ser primero, un divino Querubín; es decir, una divina virtud materializada; tan divinamente sensible, como los divinos pensamientos del ser humano; que los siente; los ejecuta; pero no puede tocarlos; menos atraparlos; pero sí, materializarlos; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; es por eso, hijo divino, que a ningún ser humano, le ha sido dado conocer aún, su propio orígen; pues junto con él, los divinos querubínes, también cumplen divinas pruebas; divinas profecías; divinas historias planetarias; pues todo debe cumplirse, según escrito está; pues nada exsiste al azar; todo es un divino y armonioso plan, de infinita creación, que jamás tendrá fín; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; así es Hijo Primogénito: la divina revelación, del divino orígen de cada uno, constituye el más grande acontecimiento, del género humano; pues, aquí no hay excepción para nadie; todos tuvieron un divino principio solar; y todos tienen un mismo destino; nadie es menos; la divina verdad, del verdadero orígen, se encuentra en tí mismo Hijo Primogénito; pues los divinos querubínes de la naturaleza de la Tierra, te reconocen como su divino autor; pues, para obrar en la materia, en forma infinita, hay que poseer espíritualidad de un divino padre solar; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso, que ninguna ciencia terrestre, ha sido capaz de explicar tu divino poder, cuando reencarnastes, en el divino Moisés y cuando fuístes el Cristo prometido; sólo los malditos dioses solares faraónicos, sabían una microscópica parte de esta sublime verdad; pues la maldita evolución faraónica, lo aprendió en los lejanos soles Alfa y Omega; pues, estas criaturitas rebeldes, que también son mis hijos, sabían de la divina exsistencia de los divinos querubínes; sabían el divino principio espíritual-material del universo expansivo pensante; lo que no sabían, que la ley de adoración para sí mismos, no es árbol del divino Padre Jehova; y nadie que lo practique, entra en mi divina morada; pues esta soberbia de adorarse así mismo, es maldita; corre igual destino, que la maldita filosofía de un rico; y que sirva de advertencia, a la también maldita filosofía, que se hace llamar la nobleza de sangre azul; sí hijito; así es: Me refiero a todos los que han sido y son malditos reyes de la Tierra; pues, como mundanos serán juzjados; pues se dieron al mundo pasajero; se engrandecieron, no por el divino trabajo; sino que se auto-adoraron; que la divina ley de ajusticiamiento de los malditos dioses faraónicos, caiga sobre ellos; pues mi divina justicia es igual para todos; sea cual sea, la época, en que se viva en la Tierra; pues siempre se recibirá, lo que libremente se ha ganado; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Madre Solar Omega, muy pronto te dictará la divina historia del divino orígen de la Tierra; pues ella es, la divina madre de todos; aún de la divina morada planetaria; sí hijo divino; así es: Ella participó en igual proporción divina, en la divina construcción de la infinita galáxia Trino; una de las infinitas que pueblan el universo expansivo pensante; en toda divina creación, exsiste una madre; sin ella, nada habría; todo seguiría siendo tinieblas; es decir, no habría luz filosófica materializada; pues tu divino Padre Jehova, sacó la divina luz de las tinieblas; pues nada es imposible para el Señor; todo lo convierte en divina luz de vida; todo lo vence con su divino amor expansivo; todo se vuelve divina lumbrera, creadora de mundos; todo se transforma sin cesar; pues junto con mi divina creación, nacen Primogénitos, que reciben primero, mi divina herencia, de construir, juzjar y transformar mundos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina intelectualidad trae consigo la eternidad pensante; sin ella, nada exsistiría; todo sería tinieblas; más, exsisten infinitas clases de intelectualidad; é infinitas clases de tinieblas; sea cual sea la clase de tiniebla, que influye en mis criaturas, ella debe ser combatida, con mis divinas leyes de la luz; luz de verdad; luz, autora incluso, de las mismas tinieblas; pues todo lo he creado; la he creado, para que todos ganen divina experiencia; pues de otro modo, el hombre no conocería, el orígen de su propio mal; además, la divina meta de toda perfección pensante, es llegar a conocerlo todo; aunque ese todo jamás se alcance; pues se vive la eternidad, en divino progreso; siendo el tiempo de una exsistencia reencarnada, y el tiempo de madurez de un mundo, sólo suspiros frente a ella; pues, mientras más se vive, más se eterniza la criatura; pues vá creando en forma infinita, mundos, galáxias y universos, que no cesarán jamás de multiplicarse y expandirse; esto significa, que el espíritu siempre tiene hambre de crear; pues, en sus mismas inevitables ideas, está la divina luz, para nuevas creaciones galácticas; las que en la eternidad, se materializarán, junto con sus autores; pues así se formó todo Hijo Primogénito; en mundos y soles que ya no están; pues también esos mundos y soles, son divinos primogénitos que transforman a sus propias creaciones; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto fué lo que tú tratastes de explicar, a tus hijos, en el pasado terrestre; cuando dijistes: A donde yo voy, no podéis ir vosotros; eran los divinos soles Alfa y Omega; pues la ignorancia en esas generaciones terrestres era tal, que no convenía explicarles aún, las divinas leyes, que rigen en el mundo celeste; pues apenas comprendían las leyes terrestres; sí hijo divino; así fué y así será por los siglos de los siglos; esta divina revelación dá a conocer otro misterio más; pues por siglos y siglos, mis hijos estudiosos, me han buscado; tratando de descubrir, a que destino te referías tú; sí hijo divino; así es: Se hizo la luz; pues escrito está, que eres divina luz solar; pues deslumbrarás con tus propios fluídos solares; para gloria de los humildes, que siempre creyeron sin ver; y para espanto de los incrédulos; pues todo incrédulo, se reniega así mismo; pues con lágrimas en los ojos, todos los que me han negado, también desearán ser resucitados en carne y espíritu; es por eso también, que en ellos, habrá llorar y crujir de dientes; sí hijo divino; así es; renegar del divino autor de la propia vida, es negarle a ésta, su propia eternidad; pues el divino creador de ella, es la eternidad misma; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Ciencia Celeste, a todos dá la única luz de verdad; sin ella, nadie sería salvo; pues ahora, no es tiempo de predicar; sino, de juzjar; pues, así ha estado escrito por siglos y siglos; llegó el supremo momento, de rendir divina cuenta, de mis divinas enseñanzas; que nadie se queje; pues, si dolor sembró con su egoísmo humano, dolor recogerá; pues, escrito está, en mi divina justicia: Ojo por ojo, diente por diente; mientras mayor, ha sido el olvido y el desprecio hacia mí, así también mayor será, el dolor y el llorar y crujir de dientes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Corte Celestial, se apresta a preparar, todos los divinos acontecimientos que se aproximan; todas las divinas profecías, que tú ves, hijo divino, con tu divina mente; son los divinos querubínes, de las profecías; pues ellos están en todos los tiempos; están en el pasado, presente y futuro, de mi divina creación; ellos recién, se darán a conocer al mundo; a pesar que al mundo, se les enseñó la divina humildad; pues los divinos querubínes, autores del universo material, son también los autores de la más antigua de las virtudes; como lo es la divina humildad, pues cada planeta, de mi divino universo expansivo pensante, es una divina virtud materializada; es decir, que todo planeta salió de una divina idea solar; ó en otras palabras, del espíritu inmaterial; según lo entiende la evolución humana, salen todos los planetas del universo material; es por eso, que escrito está: Para ser grande en el Reino de los Cielos, hay que ser chiquitito y humilde, como lo es una simple idea; emanada de un microscópico sol; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; la divina sencillez y la divina humildad, son reinas gloriosas, entre infinitas virtudes; ellas representan la gloria eterna; pues son divinos productos de la divina intelectualidad solar; es por eso que son las primeras, en el Reino de los Cielos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito; así es: Tal como los divinos querubínes, te lo han puesto en tu divina mente; a cada espíritu humano, se le creó en su propio gérmen espíritual, todos los demás gérmenes, de las infinitas virtudes; para llevar a cabo la divina perfección; para que fuera expandiéndose, en sus propias y futuras realizaciones, a medida que reencarnaba en mundos ya olvidados; y entre estos divinos gérmenes; padres primitivos, de las divinas virtudes, están la divina sencillez y humildad; propia de las lumbreras solares; pero, mis divinos hijos terrestres, no las cultivan; se engrandecen en la Tierra pasajera; se hacen mundanos; y lo mundano, los alejan de las moradas celestes; pues por voluntad propia, se atraen para sí, los mundos bajos; mundos cercanos a las tinieblas; mundos donde reinan la confusión filosófica; mundos donde cada cual, es perpetuo esclavo de sus propias ideas; sí hijo divino; así es: Los seres de vida mundana, acortan su propia felicidad; pues la cosecha de sus propios espíritus, es propia de las tinieblas; pues se ha rodeado de ellas; en vez de avanzar hacia mi divina luz, se detienen, ó se atrasan en la eternidad; esto significa hijo divino, lo que ya fué escrito: Muchos serán los llamados; pero pocos los escogidos para futuros hijos primogénitos; pues todos, ansían ser los primeros, sin esforzarse; más, los que se han dado la gran vida, las espaldas me han dado; los tales son los últimos; de ellos es el reino de satanás; el demonio anidará en ellos; pues han practicado en la vida, una de sus malditas filosofías; acomodar el espíritu, a los pasajeros placeres de la vida; darle más importancia a lo mundano; y olvidar el divino trabajo, el divino esfuerzo, la divina experiencia, que se desprende de mi divino mandato: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina revelación conmoverá, a la misma roca del egoísmo humano; a la gran ramera que comercia con mi divina palabra; me refiero, Hijo Primogénito, a la secta comercial, que mis humildes hijos, conocen por iglesia católica; son estos demonios, los que permitieron, que la ciencia del bién, se extendiera por la Tierra; juzjados serán; cuenta rendirán, por cada desventura, sufrida por cada hijo, de mi divino rebaño; pues, por enriquecerse, esta maldita secta, se han descuidado, de mis divinos mensajes; de mi divino libre albedrío, expresado en mis Sagradas Escrituras; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que el materialismo, es también juzjado; pues por él, mis hijos viven ilusionados; pasajera ilusión, que les costará, el llorar y crujir de dientes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos.

Significa que todo cuerpo físico, debe estar en divina limpieza de alimento; esto significa que toda divina alimentación, es divino mandato; pues ella representa una divina pureza, dentro de la propia pudrición del cuerpo físico; es adelantarse, al advenimiento de la misma pudrición; pudrición, que no es árbol de tu divino Padre Jehova; pues, el único culpable de que mis hijos se pudran, es la propia costumbre de comer la carne de sus propios hermanos de reencarnación; es decir los hijos de intelectualidad aún inferior, malamente llamados animales; así es hijo divino; en la bárbara época, en que fuístes Jesús de Nazareth, ya se comía carne; no había aún divino aviso, por medio de mis divinos profetas; por causa de sus propios entendimientos y evolución; por lo tanto no son culpables; por falta de ilustración; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es así, hijo divino, que los hijos del mundo antiguo, de antes de tu divina llegada al mundo, como el Cristo prometido, serán divinamente juzjados por el Antiguo Testamento; y la actual generación, que se inició después de tu divina llegada, será divinamente juzjada por el divino Nuevo Testamento; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que no sólo de pan vive el hombre; significa que la única alimentación que es preexsistente a todo, es el alimento intelectual; pues ello dá infinito poder en el Reino de los Cielos; ello provoca infinito hambre por aprender más; ello impulsa a multitudes de espíritus, a nacer de nuevo a la vida de los planetas; los impulsa a reencarnar una vez más, para saber más; pues todos sueñan, como sueña un niño, para llegar a ser, lo que son las divinas lumbreras solares; grandes dioses de divina sabiduría; quieren imitarlos en todo; quieren ser también creadores de mundos en el infinito universo expansivo pensante; quieren avanzar hacia el infinito; como la criatura humana desea conocer los lejanos mundos; lucha infatigablemente por lograrlo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto es una sublime ley, de divina atracción y fascinación, del espíritu hacia la materia; pues ambas han nacido juntas; se complementan una con la otra; y se buscan; pues allí reside la divina eternidad, de llegar a ser un dios de infinita sabiduría; la inteligencia humana, es divino producto de toda clase de esfuerzos; más, la inteligencia humana, jamás dará eternidad; jamás resucitará la carne; pues, a ella no le compete; sólo debe prepararse para ello; pues, a toda inteligencia, se le proporcionó por siglos, mi divina palabra; que es como una tabla de salvación, en medio del calvario, que han provocado, un reducido número de ambiciosos; de malditos explotadores, de los hijos del Señor; sí hijo divino; así es y así será hasta la total caída de estos demonios; que han subyugado al planeta Tierra, por siglos y siglos; pues no se sacian jamás, de su maldita ambición; han pasado los siglos, y estos verdugos, se han sorprendido ellos mismos; pues, en sus avarientas mentes, te verán llegar, como ladrón de noche; pues siempre han vivido, en perpetua y maldita desconfianza; pues cuidan por sobre todas las cosas, sus malditas riquezas; cuya filosofía, es desconocida en mis divinas moradas; pues ningún ángel de la guarda, los guía a mi divina morada; es por eso, que escrito está: Es más fácil que entre un divino camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los Cielos; pues los divinos querubínes que custodian las divinas Tres Puertas, de mi divina morada, no dejan pasar a criaturas con malditos pensares; con influencia demoníaca; pues jamás, ha sido perturbada, la infinita alegría, conque viven allí, mis divinos ángeles; con divina filosofía de niños; las infinitas moradas, ó infinitos mundos del infinito espacio, reciben a todo espíritu, que ha dejado su cuerpo temporal; es así, que cada uno se construye su propia futura morada; se construye su propio cielo; según el divino comportamiento, que tuvo en su respectivo planeta de pruebas; pues escrito está, que todo espíritu, es divinamente probado, al unirse a su propio cuerpo de carne; pues todo destino es un divino mandato, de perfeccionamiento de todos mis hijos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito, así es: La maldita secta vaticana empleó mi divina palabra para enriquecerse; ellos tenían la divina obligación, de guiar al mundo, por el divino comunismo espíritual; de la que es consecutivo el comunismo material; pues es la misma filosofía del trabajo y de perpetua igualdad; sí hijo divino, así es; la divina parábola lo dice: Te ganarás el pan, con el sudor de tu frente; pues ésa era la divina partida, de filosofía terrestre, conque la roca del egoísmo humano, debería haber guiado al mundo; pero se dejaron tentar por las malditas riquezas; las mismas que tentaron, a los malditos dioses faraones; pero que fueron vencidos por el divino corderito; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina advertencia, es para todos aquéllos, que sólo piensan en disfrutar de la vida; al grado tal, que olvidan que en un instante más, deberán rendir, divina cuenta de sus actos; sí hijo divino, así es: Esto les provocará, un terrible dilema espíritual; espantosa confusión, ante la divina y sorpresiva realidad; deberán empezar de nuevo, para ser salvos; pues, para lograr el divino y supremo premio de la divina resurrección, deberán estar limpios de toda culpa; esto significa haber cumplido con mi divina ley; empezando por el divino alimento; no comerás carne dice mi divina palabra; lo viene diciendo por siglos y siglos; pues eso es lo mismo, que decir: No te comas a tu hermano; pues todos son mis hijos; nadie es menos ante mí; para el Señor, no exsisten animales; exsisten hijos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso Hijo Primogénito que maldecirán a sus propios padres; los creerán culpables de sus desdichas; los acusarán por el indebido camino que los guiaron; partiendo por el propio modo de vida; deberán limpiar sus cuerpos, bebiendo la divina leche; y probando la divina miel; pues escrito está, que del rebaño descarriado, surgirá un Nuevo Mundo; del cual manará leche y miel; sí hijo divino, así es: todos deben ser vegetarianos; pues todo aquél que se alimenta, con la propia carne, de sus propios hermanos, no entra al Reino de los Cielos; pues, por su culpa, corrió sangre inocente; por lo tanto, avisados estáis, hijos de la Tierra; nada de alimentos, en el que corra sangre; pues así también seréis juzjados por vuestro Padre Jehova; pues escrito está, que el que viola mi divina advertencia, recibe la misma ley: Ojo por ojo, diente por diente; pues, en lejanos mundos, también es descuartizado; como les ha ocurrido, a millones de mis inocentes hijos; que han empezado, a ganar divina experiencia de la vida, en los lejanos planetas; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; todos empiezan, por donde ellos empiezan; es decir, que la criatura humana, también vivió la vida mineral, vegetal y animal; lo último será divinamente ensalzado; pues escrito está, que los últimos, serán los primeros; pues mis divinos hijos, que la soberbia humana llama animales, son los primeros ante mí; ellos son los únicos inocentes, de la naturaleza terrestre; pues soportan un calvario de injusticias, de los hombres; que se creen con derecho a todo; más, juzjados serán, según escrito está; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa, que quien haya maltratado injustamente a uno de mis inocentes, maldecirá mil veces haberlo hecho; pues es un pecado, que no se justifica, dentro de la imperfecta evolución humana; sí hijo divino, así es: todos los divinos animales, son divinos ángeles; pues predomina en ellos, la divina filosofía de los niños; son inocencias solares; propias de los paraísos; pues, escrito está, que el divino león comerá pasto; y jugará, con el divino corderito; sí hijo divino; así es y así será en el nuevo mundo; donde la maldita filosofía de los ricos, será recordada, como una pesadilla, en la noche de los tiempos; sé hijito, que quieres comprender mejor lo último que te he dicho; te complaceré: La noche de los tiempos, simboliza el yugo, a que fué sometida por siglos, la Tierra; representa el predominio de la maldita ley de la fuerza; la que se inició con los malditos dioses faraones; la continuó, el materialismo terrestre; recuerda, la maldita explotación, a que fueron sometidos, millones de mis hijos; por un maldito grupo, de espíritus rebeldes; que aún conservan el vendaje; sí hijo divino; eso representa tres árboles, que no ha plantado, tu divino Padre Jehova; me refiero hijito a las malditas filosofías, de la fuerza, explotación y ambición; he aquí, el yugo de satanás; he aquí, la causa de los dolores, que ha padecido y aún padece la Tierra; he aquí, los autores del infierno; he aquí, los falsos profetas del Señor; he aquí, los autores del llorar y crujir de dientes, que le espera a la humanidad terrestre; he aquí la divina causa, por la que se escribió: Muchos serán los llamados, y pocos los escogidos, significa que estos demonios de la maldita ambición, frustraron el divino destino de felicidad, a millones y millones de mis hijos; sí hijo divino; así es; tal como tú lo piensas: la divina Eva, es inocente al lado de estos demonios; pues por estos demonios, por estos malditos, sufre un mundo; hambre; calamidades; abusos de todas clases; perpetua división de mis hijos; malditas doctrinas, surgen por causa de estos demonios; que tienen sus días contados; sí hijo divino; así es y así será hasta que no quede ningún verdugo, en mi divino rebaño; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que todo aquél que desea ser salvo, deberá ilustrarse; deberá buscarme; deberá cultivar su propio mérito; deberá leer mis Sagradas Escrituras; deberá leer al divino Consolador; que son las infinitas Ciencias Celestes; pues la divina Ciencia Celeste, es divino complemento de la primera, y divino complemento, de la divina verdad; sí hijo divino, así es: el divino Cristo y el divino Consolador, son una misma cosa; tú lo anunciástes, en infinito grado de divina humildad: Os enviaré un divino Consolador; esto significa que la Santísima Trinidad es expansiva, en su propio y divino pensar; que es una a la vez, y expansiva en sus creaciones; pues la divina ley solar dice: todo es vida; todo piensa; todo vibra; pues de la materia, salió todo espíritu; y del espíritu, salieron los mundos materiales; todo es divinamente inverso a toda verdad humana; pues la ciencia terrestre, no concibe, que la divina materia piense, como piensa el mismo hombre; más, el poder humano, es microscópico; pues no vé, lo que ocurre en lejanos mundos y galáxias; y como no vé, no cree; viola su misma ley; ley divina que por siglos le viene diciendo: El que cree sin haber visto lo que cree, glorificado será en el Reino de los Cielos; sí hijo divino, así es: El que vé con los ojos de la carne, no necesita prueba de ello; pues, la está viendo; no tiene ningún mérito; pues no ha vencido ninguna dificultad; todo le fué dado; todo le salió fácil; no logra con ello, ningún divino puntaje; en cambio, el que no vé, lo que cree, vence un divino obstáculo; tiene mérito eterno; pues es su propio espíritu, quien ya posee la divina virtud de creer, sin ver; sí hijo divino; así es; nadie es feliz, mientras no logre esta divina virtud de creer sin ver; pues, en mi divina morada, todo mis ángeles, gozan de la divina filosofía de niños; es decir ven, lo que humanamente no verían; pues el divino olvido del pasado solar, está casi totalmente, en cada espíritu reencarnado; pero al renacer de nuevo a la vida de los planetas, se lleva cierto grado de lo que vió y vivió en las moradas solares; este divino grado es más latente cuando se es un niño; pues la filosofía de la carne, aún no ejerce su total influencia, en el espíritu del niño; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso que todo niño, vive un tiempo angelical; todos han sido niños; por lo tanto a nadie le costará comprender esto; la misma filosofía que tuvísteis, cuando fuísteis niños, se impondrá en el mundo; pues la divina resurrección de la carne en cada uno, también transformará, al divino pensar; esto demuestra que materia y espíritu, nacen y progresan juntos; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; sé hijito, como lo sabes tú, que los estudiosos de mi divina palabra, abismados quedarán, cuando te lean; pues por siglos, se ha buscado el infinito significado, que mi divino libre albedrío, ha escrito en toda divina palabra; sólo doy a mis hijos, parte divina de la luz; pues también quiero que cultive sus propios méritos; que cada búsqueda, sea de él; pues el premio le sería propio; darle toda luz, sería no hacerlo avanzar; sería un perpetuo estacionar en los infinitos planetas; sí hijo divino; así ha sido siempre; y así será por siempre jamás; significa que el hambre de la intelectualidad, es eterno; y el hambre del pan, es pasajero; pero también, ambos se complementan; pues el uno sin el otro, no puede avanzar ninguno; más, todo alimento proviene de mí; pues soy el infinito Creador, del infinito universo expansivo pensante; y toda divina intelectualidad, vuelve a su Creador; vuelve a ser un divino Padre creador; vuelve a ser una divina lumbrera solar; pues para ello se preparó, por siglos y siglos; por infinitos mundos; por infinitas pruebas; hasta lograr infinita experiencia de la vida material; sin lo cual, nada sería en la eternidad; pues no tuvo acción alguna; no logró brillar en su propio cielo; no logró llegar a un divino sol, brillante de sabiduría; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito; ya sé lo que piensas; te refieres a los divinos números; que ciertamente están en muchas divinas parábolas, de mis Sagradas Escrituras; y te diré lo siguiente Hijo Primogénito; todo divino número que salen en mis Sagradas Escrituras, tienen que ver, con mi divina creación; todo es divino complemento de todo; los divinos números, representan el divino valor espíritual de cada criatura, en los infinitos mundos; pues toda evolución planetaria los tiene; su construcción, nace con el mismo nacimiento, del respectivo mundo; en los mundos perfectos, casi no es necesario el número; tal como lo concibe el hombre de carne, en su microscópico mundo; todo mundo imperfecto, los usa; pues en ellos reside la construcción de su propio planeta; sí hijito; así es; los divinos padres solares, los emplean en la construcción de sus respectivos mundos; bién sabes, que los malditos dioses faraones, usaron el divino número solar; y todo número solar, se adelanta en conocimiento, con respecto al tiempo y evolución en los números planetarios; es por esto, que estos malditos, profetizaron ciertos hechos; pues tenían el poder de leer en los divinos querubínes, de los números solares; tenían un divino conocimiento de la Santísima Trinidad; fueron unos de los primeros en saberlo, en la Tierra: Te digo unos de los primeros, hijo divino, porque antes que ellos, hubieron otros en la Tierra; fueron los colosales gigantes; ellos fueron terrestres; ningún vestigio quedó de ellos; son los mismos, que tú ves, con tu divina mente; como puedes apreciar, atraviesan las nubes; más, también fueron rebeldes; abusaron del poder divino; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; a estas criaturas, que no ha conocido el mundo terrestre, las llamaremos, los Travers; que significa: Los que vivieron bajo ó a través de la Tierra; pues, del polvo de la Tierra nacieron; y fueron en el divino principio, más pequeñitos, que los actuales hombres; pues escrito está, que hay que ser pequeñito y humilde, para ser grande en el Reino de los Cielos; este divino tiempo, del pasado de la Tierra, es tiempo anti-diluviano; es decir, antes del diluvio universal; es de antes, que surgiera el agua en el planeta Tierra; y las condiciones, de aquéllos tiempos, eran infinitamente diferentes, a las de ahora; sí hijo divino; así es y así fué por los siglos de los siglos; estas criaturas, son de mucho antes, que aparecieran los inmensos animales prehistóricos; ellos respiraban gases solares; es decir ellos vieron, la divina creación en sus principios; veían a diario, inauditas escenas solares; ellos contemplaron, lo que ningún hombre ha contemplado jamás; con divina excepción de tí, Hijo Primogénito; pues eres el primero, en ver estas criaturas, con tu divina mente; sé hijito, que te deleitas a diario, viéndolos; nada debes de temer; pues, como lo ves, también a diario, tu divino corderito no te abandona jamás; pues escrito está, que nadie vence al divino corderito, de la divina inocencia solar de cada uno; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; de todas las divinas escenas, que estas criaturitas veían a diario, lo que más les fascinaba, era la divina presencia de infinitas naves plateadas; que el mundo terrestre, conoce por Platillos Voladores; ellos presenciaron, la divina creación terrestre; vieron, como mis divinas naves solares, cultivaban la divina cimiente terrestre; vieron el divino gérmen humano, cayendo de las deslumbrantes naves, al polvo de la Tierra; vieron la divina unión entre materia y espíritu; más, esto no era, el principio de todo; pero es necesario mencionarlo; para que el mundo lo conozca; el principio de todo, está en el interior de los lejanos soles; y cada divino sol, es hijo de otro sol; y ese otro sol, hijo del otro; y así, hasta donde tu divina mente pueda imaginar; sí Hijo Primogénito; así es: En todas las infinitas lumbreras solares, está tu divino Padre Jehova; pues escrito está, que el Señor está en todas partes; dirigiéndolo todo; ordenando aquí y allá; pues todo Padre Creador, debe atender a sus hijos; que empiezan, el divino camino de la eterna perfección; ellos viajarán, por infinitos mundos; por infinitas moradas; y todo es divinamente observado, desde todos los soles; allí estoy hijito, rodeado de infinitas lumbreras solares; que son mis divinos ministros; con infinito poder creador; cuya potencia de crear, está divinamente subordinada, a la divina pureza de cada sol; pues, a mayor pureza solar, más poder se tiene para crear; siendo tu divino Padre Jehova, el más puro de todos; pues todo lo he creado; todos, dependen de mí; todo sale de mí; nada se crea sin mí; todos vienen a mí; todos se consuelan en mí; todos me verán a mí; pues soy la vida, que dá vida eterna; en todos estoy; nadie está sólo; pues en todos hay vida; hasta en los que reniegan; vida eterna hay en ellos; muy a sus pesares, renacerán de nuevo; y con ellos, nuevas determinaciones, para seguir viviendo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso, que Soy el que Soy; Soy el divino Yo en todos; Soy el libre albedrío de todos; Soy el todo sobre el todo; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; el divino número cuatro, simboliza la Nueva Futura Era; pues sigue después del divino tres; que simboliza la Santísima Trinidad; en divino grado terrestre; pues la divina sabiduría, se expresa en infinitos grados; pues los mundos del conocimiento, son también infinitos; el divino tres simboliza la divina creación de la Tierra; de ella se desprende la divina virtud, que cada criatura posee en espíritu; de este divino número tres, salió el género humano; pues el divino tres, es divino producto de los coloquios amorosos, de los soles Alfa y Omega; sí hijo divino; así es: Ello significa que las primeras semillas galácticas, llevaban en su divino gérmen principiante, la eternidad evolutiva; que aún está en divina y constante evolución expansiva; aún está transformándose; pues ha pasado por infinitos mundos; y los pasará por siempre jamás; ha renacido infinitas veces; ha reencarnado, cumpliendo infinitos destinos, asimilables a uno; pues, en cada divina exsistencia, se tiene un distinto pensar expansivo; se avanza en infinitas determinaciones; se nace y se muere; para volver a nacer y continuar el divino ciclo; el divino olvido de las sucesivas exsistencias, engrandece a todo espíritu; pues probado es, en cada creación voluntaria, a la que asiste en divino espíritu; pues todo cuerpo lo necesita; pues la materia se complementa con el espíritu; sin ellos, no exsistiría el universo material; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que nadie es de creación excepcional; todos los espíritus, aún los que son de mucho antes, que el espíritu terrestre, tuvieron y tienen un mismo principio; el divino principio solar; el de las eternas lumbreras solares; pues todos mis hijos, llegarán a ser lo mismo; serán sabidurías, brillantes como un sol; pues el pasado de cada uno, constituye su divino presente; pues ambos son necesarios, para avanzar hacia el futuro; sí hijo divino; así es; el espíritu mismo, irradia tiempo y espacio; tres divinos complementos, para la divina perfección de todo espíritu; espíritu, espacio y tiempo; tres divinos complementos, para que madure todo fruto solar; pues el fruto divino de las divinas lumbreras, son los espíritus; resultado de sus divinos coloquios amorosos solares; que para el planeta Tierra, le corresponde los amores divinos de los soles Alfa y Omega; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; significa que todos mis hijos, deberían ser amorosos; pues sus padres solares lo son; pues mis divinas lumbreras solares, son hijos de la luz; y si mis hijos de la Tierra no son amorosos, la causa de ello, radica en ellos mismos; pues la maldita ambición, es de orígen humano; el libre albedrío de la criatura humana, no ha querido rechazarlo; se alimenta de él, transmitiéndolo, a sus propios hijos; pues mi divina y Sagrada Escritura, viene diciéndole por siglos y siglos, que la maldad en todos sus grados, no es buena; no es agradable al Padre; que todos tendrán un divino Juicio Final; que han habido y habrán muchos juicios finales; como el divino diluvio universal; la divina justicia de Sodoma y Gomorra; ciudades malditas; pues sobrepasaron la divina escala de todos los grados, del maldito escándalo; el divino juicio a la Atlántida; ciudad corrompida, por la maldita riqueza, de unos pocos; sí hijo divino; así es y así será; por los siglos de los siglos; sí hijito; así es: Juicios divinos han habido muchos; sólo que ahora es el Juicio Final; sólo que ahora, se abren los cielos, para juzjar toda carne pensante; pues nadie quedará sin su premio ó castigo; esto significa: tuvo hambre; significa que según las divinas filosofías; ó el divino fruto intelectual que probó cada uno, es el grado de hambre conque quedó; pues hay muchas clases de hambre; pues según sea el alimento, así es la criatura; significa que sólo se busca, cuando se es apetecido; cuando el espíritu siente complacencia por lo que busca; pues gustando una fruta, siempre se busca el mismo fruto; más, cuando el fruto, no es del árbol plantado por el divino Padre Jehova; el espíritu se impacienta; no encuentra paz; no es feliz; así, sucede al mundo; pues está seducido, por la ciencia del bién; la maldita ciencia, producto de la maldita explotación de mis hijos; de todos aquéllos que cumplen con mi divino mandato: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito; así es; los ambiciosos de tu planeta, que no son más que un grupo de familias enriquecidas a costillas del resto del mundo, deberán rendir divina cuenta, de todo dolor material y espíritual, causado a mis hijos del divino trabajo; pues estos demonios de la ambición y de las riquezas pasajeras, grande daño han causado, en la divina espíritualidad, de mi divino rebaño; si el mundo no se une aún, es por la maldita codicia; que estos engendros del demonio, la han extendido por la faz del mundo; olvidando mis divinos Mandamientos, que ordenan vivir del trabajo, y no de la maldita explotación; pues quien atropelle el divino libre albedrío, maldecirá mil veces haber nacido; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto, hijo divino, llenará de espanto a los culpables; causará pavor y muerte; pues muchos se suicidarán; pues así está escrito, en el divino Juicio Final; sé hijito, que por tu divina mente, pasan otros divinos juicios, de lejanos mundos; sé que ves las divinas naves plateadas, destruyendo el materialismo de esos planetas; sí hijito; así es: Son tantos los juicios planetarios que has presenciado, que te dá igual; sí hijito; hasta los demonios faraónicos, te narraron estos juicios; pues todos son juzjados, tarde ó temprano; pues todos los malditos dioses faraones, que osaron probarte, todos fueron divinamente juzjados en los lejanos soles; son los mismos, que tú, hijo divino, ves a diario con tu divina mente; pues lo que ves, no lo ha visto nadie; ni lo verán, hasta llegar a ser, divinos primogénitos, en futuros mundos terrestres; pues mi divina creación, jamás dejará de expandirse; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que todos tienen la divina herencia de la infinita perfección; todos son comunistas por divino orígen; pues no exsiste palabra mejor, para designar los derechos de cada hijo; y para demostrar la divina justicia, del divino Padre Jehova; sí hijo divino; así es; los niños con su inocente pensar, sin odios ni ambiciones como sus mayores, simbolizan perfectamente, la divina filosofía angelical comunista, de las lejanas galáxias; donde todo es amor y alegría; donde jamás entrará un rico; pues esa filosofía, es desobediencia, que proviene de un microscópico planeta de monitos de carne, llamada Tierra; sí hijo divino; así es y así será hasta la divina consumación de mi divino Juicio Final; en mi divina morada, entran infinitas criaturas provenientes de infinitos mundos de mi creación; todos ellos llevan en sí mismo, el divino fruto filosófico aprendido en su planeta; por lo tanto en mi reino todos tienen los mismos derechos; cualquiera que sea su divino pensar; menos el pensar egoísta; porque eso es de demonios; no es de ángeles; es propio de seres que ningún mérito eterno tienen; pues alimentaron una filosofía pasajera; una doctrina prohibida por la divina eternidad; me refiero hijo divino, a la riqueza lograda por la maldita explotación; pues, también se llega a rico, mediante el honorable y divino trabajo; pero siempre constituye un pasivo grado de usura; por lo tanto, ser rico, es un inconveniente muy grande, para llegar a mi divina morada; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que todos los que han vivido de un honrado trabajo, dentro de un odioso sistema de explotación, salvos son; de ellos es el Reino de los Cielos; y dentro de todo mi rebaño de trabajadores, sólo aquéllos que han tenido los trabajos más humildes, que muchas veces, los hombres se burlan de ello, los tales, son los primeros ante mí; serán los primeros en ser divinamente rejuvenecidos en carne; y resucitados en filosofía; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; pues, carne nueva, corresponde filosofía pensante nueva; como sucede en cada divina exsistencia del espíritu; pues nacer de nuevo, es vivir en un pensar nuevo; sí hijo divino; así es: todo se renueva en la naturaleza; todo se transforma, en dimensión expansiva; pasando por la invisibilidad, a la materialidad; pues en el mismo cuerpo humano, están los gérmenes de la pudrición, que ningún instrumento terrestre logrará ver; y que sólo esperan, que se verifique la disolución de las moléculas del cuerpo, para ellos hacerse presente; pues escrito está, que todo el universo expansivo pensante, es infinito pacto filosófico; pues todo encierra, una infinita inteligencia; son los divinos querubínes, de todas las categorías filosóficas; ellos están en todo; lo ven todo; y reciben divinas órdenes de sus padres solares; que desde lejanos soles, los guían y los instruyen; igual, como mis hijos Terrestres, recibieron la divina instrucción, en mis Sagradas Escrituras, hace ya muchos siglos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; estos divinos hijos, que ningún poder humano los puede ver, están cumpliendo leyes muy divinas; pues por ellos, fueron posible los infinitos mundos, del universo expansivo pensante; pues ellos, separan a todo espíritu, de la materia incandescente; cuando los planetas están aún, en divino estado infante; ellos participan en todo principio creador; pues antes de ser espíritu, hay que ser primero, un divino Querubín; es decir, una divina virtud materializada; tan divinamente sensible, como los divinos pensamientos del ser humano; que los siente; los ejecuta; pero no puede tocarlos; menos atraparlos; pero sí, materializarlos; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; es por eso, hijo divino, que a ningún ser humano, le ha sido dado conocer aún, su propio orígen; pues junto con él, los divinos querubínes, también cumplen divinas pruebas; divinas profecías; divinas historias planetarias; pues todo debe cumplirse, según escrito está; pues nada exsiste al azar; todo es un divino y armonioso plan, de infinita creación, que jamás tendrá fín; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; así es Hijo Primogénito: la divina revelación, del divino orígen de cada uno, constituye el más grande acontecimiento, del género humano; pues, aquí no hay excepción para nadie; todos tuvieron un divino principio solar; y todos tienen un mismo destino; nadie es menos; la divina verdad, del verdadero orígen, se encuentra en tí mismo Hijo Primogénito; pues los divinos querubínes de la naturaleza de la Tierra, te reconocen como su divino autor; pues, para obrar en la materia, en forma infinita, hay que poseer espíritualidad de un divino padre solar; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; es por eso, que ninguna ciencia terrestre, ha sido capaz de explicar tu divino poder, cuando reencarnastes, en el divino Moisés y cuando fuístes el Cristo prometido; sólo los malditos dioses solares faraónicos, sabían una microscópica parte de esta sublime verdad; pues la maldita evolución faraónica, lo aprendió en los lejanos soles Alfa y Omega; pues, estas criaturitas rebeldes, que también son mis hijos, sabían de la divina exsistencia de los divinos querubínes; sabían el divino principio espíritual-material del universo expansivo pensante; lo que no sabían, que la ley de adoración para sí mismos, no es árbol del divino Padre Jehova; y nadie que lo practique, entra en mi divina morada; pues esta soberbia de adorarse así mismo, es maldita; corre igual destino, que la maldita filosofía de un rico; y que sirva de advertencia, a la también maldita filosofía, que se hace llamar la nobleza de sangre azul; sí hijito; así es: Me refiero a todos los que han sido y son malditos reyes de la Tierra; pues, como mundanos serán juzjados; pues se dieron al mundo pasajero; se engrandecieron, no por el divino trabajo; sino que se auto-adoraron; que la divina ley de ajusticiamiento de los malditos dioses faraónicos, caiga sobre ellos; pues mi divina justicia es igual para todos; sea cual sea, la época, en que se viva en la Tierra; pues siempre se recibirá, lo que libremente se ha ganado; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Madre Solar Omega, muy pronto te dictará la divina historia del divino orígen de la Tierra; pues ella es, la divina madre de todos; aún de la divina morada planetaria; sí hijo divino; así es: Ella participó en igual proporción divina, en la divina construcción de la infinita galáxia Trino; una de las infinitas que pueblan el universo expansivo pensante; en toda divina creación, exsiste una madre; sin ella, nada habría; todo seguiría siendo tinieblas; es decir, no habría luz filosófica materializada; pues tu divino Padre Jehova, sacó la divina luz de las tinieblas; pues nada es imposible para el Señor; todo lo convierte en divina luz de vida; todo lo vence con su divino amor expansivo; todo se vuelve divina lumbrera, creadora de mundos; todo se transforma sin cesar; pues junto con mi divina creación, nacen Primogénitos, que reciben primero, mi divina herencia, de construir, juzjar y transformar mundos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina intelectualidad trae consigo la eternidad pensante; sin ella, nada exsistiría; todo sería tinieblas; más, exsisten infinitas clases de intelectualidad; é infinitas clases de tinieblas; sea cual sea la clase de tiniebla, que influye en mis criaturas, ella debe ser combatida, con mis divinas leyes de la luz; luz de verdad; luz, autora incluso, de las mismas tinieblas; pues todo lo he creado; la he creado, para que todos ganen divina experiencia; pues de otro modo, el hombre no conocería, el orígen de su propio mal; además, la divina meta de toda perfección pensante, es llegar a conocerlo todo; aunque ese todo jamás se alcance; pues se vive la eternidad, en divino progreso; siendo el tiempo de una exsistencia reencarnada, y el tiempo de madurez de un mundo, sólo suspiros frente a ella; pues, mientras más se vive, más se eterniza la criatura; pues vá creando en forma infinita, mundos, galáxias y universos, que no cesarán jamás de multiplicarse y expandirse; esto significa, que el espíritu siempre tiene hambre de crear; pues, en sus mismas inevitables ideas, está la divina luz, para nuevas creaciones galácticas; las que en la eternidad, se materializarán, junto con sus autores; pues así se formó todo Hijo Primogénito; en mundos y soles que ya no están; pues también esos mundos y soles, son divinos primogénitos que transforman a sus propias creaciones; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto fué lo que tú tratastes de explicar, a tus hijos, en el pasado terrestre; cuando dijistes: A donde yo voy, no podéis ir vosotros; eran los divinos soles Alfa y Omega; pues la ignorancia en esas generaciones terrestres era tal, que no convenía explicarles aún, las divinas leyes, que rigen en el mundo celeste; pues apenas comprendían las leyes terrestres; sí hijo divino; así fué y así será por los siglos de los siglos; esta divina revelación dá a conocer otro misterio más; pues por siglos y siglos, mis hijos estudiosos, me han buscado; tratando de descubrir, a que destino te referías tú; sí hijo divino; así es: Se hizo la luz; pues escrito está, que eres divina luz solar; pues deslumbrarás con tus propios fluídos solares; para gloria de los humildes, que siempre creyeron sin ver; y para espanto de los incrédulos; pues todo incrédulo, se reniega así mismo; pues con lágrimas en los ojos, todos los que me han negado, también desearán ser resucitados en carne y espíritu; es por eso también, que en ellos, habrá llorar y crujir de dientes; sí hijo divino; así es; renegar del divino autor de la propia vida, es negarle a ésta, su propia eternidad; pues el divino creador de ella, es la eternidad misma; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Ciencia Celeste, a todos dá la única luz de verdad; sin ella, nadie sería salvo; pues ahora, no es tiempo de predicar; sino, de juzjar; pues, así ha estado escrito por siglos y siglos; llegó el supremo momento, de rendir divina cuenta, de mis divinas enseñanzas; que nadie se queje; pues, si dolor sembró con su egoísmo humano, dolor recogerá; pues, escrito está, en mi divina justicia: Ojo por ojo, diente por diente; mientras mayor, ha sido el olvido y el desprecio hacia mí, así también mayor será, el dolor y el llorar y crujir de dientes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; la divina Corte Celestial, se apresta a preparar, todos los divinos acontecimientos que se aproximan; todas las divinas profecías, que tú ves, hijo divino, con tu divina mente; son los divinos querubínes, de las profecías; pues ellos están en todos los tiempos; están en el pasado, presente y futuro, de mi divina creación; ellos recién, se darán a conocer al mundo; a pesar que al mundo, se les enseñó la divina humildad; pues los divinos querubínes, autores del universo material, son también los autores de la más antigua de las virtudes; como lo es la divina humildad, pues cada planeta, de mi divino universo expansivo pensante, es una divina virtud materializada; es decir, que todo planeta salió de una divina idea solar; ó en otras palabras, del espíritu inmaterial; según lo entiende la evolución humana, salen todos los planetas del universo material; es por eso, que escrito está: Para ser grande en el Reino de los Cielos, hay que ser chiquitito y humilde, como lo es una simple idea; emanada de un microscópico sol; sí hijo divino; así es y así será por siempre jamás; la divina sencillez y la divina humildad, son reinas gloriosas, entre infinitas virtudes; ellas representan la gloria eterna; pues son divinos productos de la divina intelectualidad solar; es por eso que son las primeras, en el Reino de los Cielos; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; sí hijito; así es: Tal como los divinos querubínes, te lo han puesto en tu divina mente; a cada espíritu humano, se le creó en su propio gérmen espíritual, todos los demás gérmenes, de las infinitas virtudes; para llevar a cabo la divina perfección; para que fuera expandiéndose, en sus propias y futuras realizaciones, a medida que reencarnaba en mundos ya olvidados; y entre estos divinos gérmenes; padres primitivos, de las divinas virtudes, están la divina sencillez y humildad; propia de las lumbreras solares; pero, mis divinos hijos terrestres, no las cultivan; se engrandecen en la Tierra pasajera; se hacen mundanos; y lo mundano, los alejan de las moradas celestes; pues por voluntad propia, se atraen para sí, los mundos bajos; mundos cercanos a las tinieblas; mundos donde reinan la confusión filosófica; mundos donde cada cual, es perpetuo esclavo de sus propias ideas; sí hijo divino; así es: Los seres de vida mundana, acortan su propia felicidad; pues la cosecha de sus propios espíritus, es propia de las tinieblas; pues se ha rodeado de ellas; en vez de avanzar hacia mi divina luz, se detienen, ó se atrasan en la eternidad; esto significa hijo divino, lo que ya fué escrito: Muchos serán los llamados; pero pocos los escogidos para futuros hijos primogénitos; pues todos, ansían ser los primeros, sin esforzarse; más, los que se han dado la gran vida, las espaldas me han dado; los tales son los últimos; de ellos es el reino de satanás; el demonio anidará en ellos; pues han practicado en la vida, una de sus malditas filosofías; acomodar el espíritu, a los pasajeros placeres de la vida; darle más importancia a lo mundano; y olvidar el divino trabajo, el divino esfuerzo, la divina experiencia, que se desprende de mi divino mandato: Te ganarás el divino pan, con el sudor de tu frente; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esta divina revelación conmoverá, a la misma roca del egoísmo humano; a la gran ramera que comercia con mi divina palabra; me refiero, Hijo Primogénito, a la secta comercial, que mis humildes hijos, conocen por iglesia católica; son estos demonios, los que permitieron, que la ciencia del bién, se extendiera por la Tierra; juzjados serán; cuenta rendirán, por cada desventura, sufrida por cada hijo, de mi divino rebaño; pues, por enriquecerse, esta maldita secta, se han descuidado, de mis divinos mensajes; de mi divino libre albedrío, expresado en mis Sagradas Escrituras; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos; esto significa que el materialismo, es también juzjado; pues por él, mis hijos viven ilusionados; pasajera ilusión, que les costará, el llorar y crujir de dientes; sí hijo divino; así es y así será por los siglos de los siglos.